la Humanidad tiene a su disposición por primera vez en su historia las imágenes del Sol entero: los 360 grados de su circunferencia. Las fotos 3D de la vista completa de la superficie solar y de su atmósfera han sido capturadas a través de dos sondas espaciales de la NASA, STEREO-A y STEREO-B.
Las sondas se han ubicado en los puntos opuestos de la órbita heliocéntrica.
Las sondas gemelas STEREO (por sus siglas en inglés, Solar Terrestrial Relations Observatory) fueron enviadas al espacio en el otoño de 2006 para seguir los flujos de energía y materia desde el Sol hacia la Tierra. En 2007 suministraron los primeros resultados tras observar la estrella en 3D. Una vez colocadas en la órbita heliocéntrica, empezaron a alejarse una de otra y este domingo, finalmente, han llegado a los lados del sol diametralmente opuestos, a 180 grados una de la otra. Las investigaciones de los dos puntos permitirán seguir las trayectorias de las partículas cargadas en las eyecciones de masa coronal del plasma solar.
Al examinar las esferas activas de la estrella, los científicos esperan poder encontrar algunas pistas para entender el enigma del viento solar -el flujo continuo de partículas emitidas de la corona solar-. Su velocidad varía entre 300 y 1.200 kilómetros por segundo y los especialistas esperan obtener algunos datos que podrían revelar más detalles acerca de su origen, composición y mecanismos 'adicionales' de aceleración: en realidad es mucho más alta frente a lo que se calcula a partir de la dilatación termodinámica del viento.
Otro enigma es la temperatura de las eyecciones de la masa coronal: llega a unos millones de grados, mientras que la temperatura de la fotosfera, la superficie luminosa del sol, tiene tan solo 6.000 grados. La temperatura de la corona, otra vez, sube hasta unos millones.
Los expertos comentan que la posibilidad de ver tanto 'la cara' como 'la espalda' del Sol a la vez y conocer mejor las características del viento solar significa poder pronosticar con un mayor grado de exactitud el tiempo espacial para la Tierra. Las erupciones del plasma solar influyen en el campo magnético de nuestro planeta, causando, por ejemplo, las auroras boreales. Son capaces también de afectar a los satélites y a los sistemas de comunicación, navegación y de suministro de energía.
No es casualidad que los proyectos de investigación del Sol sean de los principales para las agencias espaciales del mundo. Poder predecir de antemano qué efectos tendrán en la Tierra las esferas activas de la estrella, cuando llegarán a estar 'cara a cara' con nuestro planeta, es muy importante para prevenir las graves consecuencias de un mal tiempo espacial. Por ejemplo, en 1989 una fuerte tormenta geomagnética dejó a la provincia canadiense de Quebec sin electricidad durante más de ocho horas.
0 comentarios :
Publicar un comentario