Un hombre acusado de mantener encerrada a su hija y tener siete hijos con ella fue decapitado durante un motín carcelario en el noreste de Brasil, informaron las autoridades el miércoles.
José Agostinho Pereira fue decapitado por otros presos que irrumpieron en su celda,
dijo la vocera de seguridad pública de Maranhao, Maud Zaiban. La rebelión comenzó
este lunes y finalizó el martes. Otros cinco presos murieron.
Pereira fue acusado en junio de mantener encerrada a su hija en la casa durante 12
años y engendrar siete hijos con ella. Los fiscales dicen que además abusó
de dos de los niños.
El escándalo del campesino brasileño estalló cuando aún estaba reciente el caso de
Josef Fritzl, rebautizado por la prensa internacional como el 'monstruo de Amstetten'
por las brutalidades a las que sometió a su hija Elizabeth durante un cuarto de
siglo en esa ciudad austriaca.
Como Fritzl, el "carcelero" de Maranhão abusó de su hija Sandra a lo largo de 17 años
y la mantuvo aislada en una casa de madera y barro levantada sobre un islote.
"Me pegaba mucho, me empujaba. Venía a buscarme cada tres días, cada ocho días,
pero yo no pensaba que eso fuera un delito", confesó la joven después de ser liberada
por la policía a mediados de 2010.
Juzgado el pasado diciembre, Bispo Pereira cumplía el primero de los 63 años de prisión
a los que había sido condenado por "cárcel privada", violación, malos tratos y
abandono material e intelectual de su hija.
dijo la vocera de seguridad pública de Maranhao, Maud Zaiban. La rebelión comenzó
este lunes y finalizó el martes. Otros cinco presos murieron.
Pereira fue acusado en junio de mantener encerrada a su hija en la casa durante 12
años y engendrar siete hijos con ella. Los fiscales dicen que además abusó
de dos de los niños.
El escándalo del campesino brasileño estalló cuando aún estaba reciente el caso de
Josef Fritzl, rebautizado por la prensa internacional como el 'monstruo de Amstetten'
por las brutalidades a las que sometió a su hija Elizabeth durante un cuarto de
siglo en esa ciudad austriaca.
Como Fritzl, el "carcelero" de Maranhão abusó de su hija Sandra a lo largo de 17 años
y la mantuvo aislada en una casa de madera y barro levantada sobre un islote.
"Me pegaba mucho, me empujaba. Venía a buscarme cada tres días, cada ocho días,
pero yo no pensaba que eso fuera un delito", confesó la joven después de ser liberada
por la policía a mediados de 2010.
Juzgado el pasado diciembre, Bispo Pereira cumplía el primero de los 63 años de prisión
a los que había sido condenado por "cárcel privada", violación, malos tratos y
abandono material e intelectual de su hija.
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No me gusta la violencia, pero que se joda
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