La nave espacial con los seis voluntarios del simulacro de vuelo a Marte se encuentra ya en la órbita del planeta rojo y en menos de dos semanas se posará sobre su superficie simulada, informó hoy un portavoz del Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia.
“Al despertar esta mañana, los participantes en el experimento vieron una representación de Marte en sus monitores imitando las ventanillas (de una nave espacial). Eso quiere decir que ya ingresaron en la órbita marciana”, precisó el IPBM a la agencia Interfax.
En unos días, los seis voluntarios pasarán de desempeñarse como ingenieros y científicos a realizar labores de carga y descarga, porque deberán vaciar el módulo que simula la cápsula de descenso de la nave espacial y que hasta este momento funcionaba como almacén.
Antes del 12 de febrero, fecha en la que está prevista la llegada a la superficie marciana, los voluntarios experimentarán en su organismo varios aspectos de la ingravidez que serán reproducidos de forma artificial.
Así, dormirán de noche cabeza abajo para simular el estado de ingravidez y a una temperatura de 12 grados bajo cero.
Los cosmonautas ruso Alexandr Smoléyevski, italo-colombiano Diego Urbina y chino Wang Yue caminarán sobre la superficie del Planeta Rojo, mientras que los otros tres voluntarios, los rusos Alexei Sitev y Sujrob Kamólov y el francés Romain Charles esperarán a sus colegas en la órbita.
Durante su estancia en el simulador de la superficie de Marte, los voluntarios realizarán tres caminatas.
En la primera salida extravehicular, Smoléyevski y Urbina deberán extraer del módulo de descenso al simulador de la superficie marciana, de 1.200 metros cúbicos, todos los equipos necesarios, realizar los preparativos pertinentes y activarlos.
Durante la segunda caminata, Smoléyevski y Wang Yue deberán explorar la superficie marciana y extraer muestras del terreno para “regresar” con ellos a la Tierra.
La tercera y última salida, nuevamente a cargo de Smoléyevski y Urbina, “estará dedicada a la resolución de situaciones de emergencia”, explicó recientemente el director del proyecto “Marte-500″, Borís Morúkov.
“Así, según el guión, uno de los participantes se caerá y se lesionará la mano durante el trabajo en la superficie marciana” y un segundo voluntario deberá examinar a su colega, ayudarle a levantarse y acompañarlo al módulo de descenso.
Un día después de la última caminata, la cápsula de descenso partirá hacia la órbita y 24 horas más tarde se acoplará de nuevo con la nave espacial.
Los tres voluntarios deberán pasar una cuarentena de tres días antes de poder abrir las escotillas y acceder de nuevo al interior de la nave.
Este experimento, que comenzó el 3 de junio de 2010, servirá para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los miembros de una tripulación durante un vuelo interplanetario.
Sus participantes compartirán durante un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador.
Permanecerán aislados del mundo exactamente el tiempo que lleva el vuelo de ida y vuelta a Marte, 490 días, más otros 30 de estancia simulada en el vecino planeta.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos lanzaron en 2004 este ambicioso proyecto, al que se sumó posteriormente China y en el que también colaboran países como Estados Unidos y España.
En noviembre de 2007 se realizó un primer experimento preparatorio en el que seis voluntarios rusos permanecieron aislados del exterior durante dos semanas, mientras que en julio del año pasado se llevó a cabo un simulacro de vuelo al planeta rojo de 105 días.