Nunca habría que alegrarse de la muerte de nadie, pero los dictadores son uno de los cánceres de este mundo.Un saludo.
No habría que alegrarse de la muerte de nadie, pero los dictadores son uno de los cánceres del mundo.Saludos.
Nunca habría que alegrarse de la muerte de nadie, pero los dictadores son uno de los cánceres de este mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
No habría que alegrarse de la muerte de nadie, pero los dictadores son uno de los cánceres del mundo.
ResponderEliminarSaludos.